La transformación digital como apuesta de futuro y presente

¿Quién no ha asistido a una de esas reuniones donde el jefe comparte su visión del futuro cercano en una empresa digitalizada, mientras alguien debe ir pasándole las diapositivas de la presentación porque todavía no se aclara con el mando a distancia?

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La tecnología ha evolucionado tanto en los últimos años que es muy fácil sentirse perdido, especialmente si no eres un fan de los nuevos lanzamientos y sigues cada plataforma que se lanza al mercado. Hace unos años recuerdo como algunos clientes me preguntaban cómo podían abrir su página en Facebook, porque le habían dicho que si no estabas en Facebook no existías, y ahora leo estadísticas donde los jóvenes están huyendo hacia nuevas plataformas porque no quieren compartir espacio con sus padres y la gente “mayor”.

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La Omnicanalidad está de moda

Podemos decir que la Omnicanalidad es «the new black» o la nueva tendencia. Como ya lo fueran en su momento las redes sociales y el comercio electrónico, ahora le llega el turno a la omnicanalidad, o Omnichannel si lo queremos decir en inglés para que resulta más «cool», y parece que ha llegado para quedarse.

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Pero primero debemos entender qué es la omnicanalidad. Si utilizamos la definición de Wikipedia, la «omnicanalidad es la estrategia multin canal de gestión de contenidos que usan las organizaciones para mejorar la experiencia usuario». Dicho en otras palabras, es una estrategia que permite generar una experiencia uniforme a nuestros clientes a través de los diferentes canales en los que tengamos presencia, como pueden ser nuestras tiendas físicas, la página web, una aplicación móvil, etc.

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Cerrando el año

Ahora que se acerca el final del año es buen momento para recapitular, ver qué se ha hecho durante el año que acaba, aprender de lo que se hizo mal y tratar de repetir lo que se hizo bien en este año que entra.

Estamos a mediados de diciembre y, entre fiestas, cenas, compromisos y demás, el año se nos ha ido. Aun hay tiempo para las últimas ventas, esas que redondean el resultado del año, las que le ponen la guinda al pastel o, en el peor de los casos, las que maquillan un resultado mediocre. Sea como sea, en unos pocos días no podemos arreglar lo que no se hizo en once meses y medio. Seguir leyendo

La historia de mi empresa

El desafío de todo emprendedor al crear una empresa ha venido siendo el mismo a lo largo de los años, incluso desde la Edad Media quienes se atrevían a iniciar un negocio se planteaban algunas dudas fundamentales y, especialmente, si tendrían éxito.

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Y es que las empresas evolucionan al igual que evolucionamos las personas. Crecen, se desarrollan, maduran y, en ocasiones, mueren. Siguiendo con la analogía con las personas, las empresas también han ido evolucionando sobre lo que creían correcto o en lo que creían que debían hacer para llegar a tener éxito.

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El tamaño importa

En el mundo empresarial el tamaño de tu empresa tienen una gran importancia a la hora de escoger la mejor estrategia a seguir.

La forma y el tamaño de las empresas han ido evolucionando mucho a lo largo del tiempo. De la misma manera han evolucionado las estrategias llevadas acabo por estas empresas y los resultados obtenidos por ella. Y es que no es lo mismo ser el líder del mercado, con un aposición dominante, que competir en un mercado diversificado, completo y con una amplia oferta de productos.

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La estrategia en la empresa moderna

El marketing es parte de la estrategia de una empresa, una parte importante, pero que debe estar alineada con la estrategia general para lograr los objetivos marcados por la organización, pero ¿qué estrategia seguimos?

Cuando comenzamos un nuevo proyecto debemos definir bien la estrategia que vamos a seguir. Ya sea en el momento de crear nuestra propia empresa o bien cuando iniciamos un nuevo desafío profesional, ocupamos un nuevo puesto en la organización en la que trabajamos, etc.

Definición de estrategia

La estrategia es la forma que tenemos de prepararnos para enfrentarnos a nuestro entorno, utilizando los recursos disponibles a fin de alcanzar nuestros objetivos.

Cuando comenzamos a planificar nuestro trabajo debemos de tener en cuenta los recursos disponibles, ya sean técnicos, financieros, las personas que conforman nuestro equipo y sus capacidades, nuestra capacidad productiva y la propia estructura de la empresa.  Seguir leyendo

Crear una campaña en redes sociales

Soy consciente que hace tiempo no escribo en este blog, pero me temo que mi día a día me tiene bastante entretenido y apenas sí puedo dedicar tiempo a alguna de mis aficiones. Pero, el otro día, mientras cenaba con unos amigos hablamos sobre cómo se había ido complicando con el paso de los años la forma de hacer campañas en las Redes Sociales.

Recuerdo cuando comencé en este mundo que preparar una estrategia para Facebook era bastante sencillo. Requería alguna técnica en comunicación y buscar una imagen bonita. El secreto era que poca gente sabía o era capaz de crear estrategias para las redes sociales y cualquier cosa que hicieras, por simple que pareciera, resaltaba.

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Comunicación Online – La diferencia entre objetivos primarios y secundarios

Hay en ciertas ocasiones en las que nuestra estrategia de comunicación online se centra más en alcanzar unos objetivos secundarios en vez de buscar lograr un objetivo primario.

Hace algunas semanas, durante una conversación con amigos, hablábamos sobre el lanzamiento de una nueva página web que alguien estaba preparando. Como era de esperar, estaba muy preocupado porque su nueva página web debía estar perfecta desde el primer momento, especialmente la nueva tienda online que estaba a punto de lanzar.

También hablamos del posicionamiento web, de cómo podía mejorar el SEO de su nueva página o apoyar con acciones SEM. Pero, al final, nadie se paró a pensar cómo podría ayudar esta nueva web a alcanzar los objetivos de la empresa, que eran, básicamente, vender más.

Así que, por mucho que mejoremos nuestro posicionamiento, nuestra página esté completamente optimizada para SEO y logremos un linkbuilding adecuado para mejora nuestra indexación, no servirá para nada si nuestra nueva web no está enmarcada dentro de una estrategia global para alcanzar unos objetivos generales (o primarios).

No voy a entrar en cómo sería la estrategia de posicionar una tienda online desde cero, pero básicamente, debemos preparar una estrategia, con objetivos intermedios o secundarios, que nos ayuden a alcanzar un objetivo mayor, global y que esté alineado con el objetivo principal de nuestra empresa y/o negocio:

  1. Gestión SEO: primero debemos asegurarnos que nuestra web está optimizada para SEO y que ofrece un contenido amigable para, tanto los usuarios como para Google.
  2. Indexación: no sólo lograr acciones de linkbuilding sino también lograr que nuestra marca se posicione en la red (tal vez con acciones de comunicación tradicional)
  3. CRM: una vez logradas algunas visitas a nuestra web, debemos gestionar a los usuarios de una forma adecuada y correcta (básicamente porque queremos que vuelvan)
  4. Escalabilidad de nuestra web: no hace falta incluir todas las funciones desde el principio, bastan aquellas que nos ayuden a alcanzar los primeros objetivos. Luego siempre podemos lanzar nuevas funciones, secciones, etc… Claro está, en la fase de desarrollo debemos haberlo planificado o nos tocará rehacer la página entera.
  5. Integración: la web no es más que un nuevo canal de comunicación, comercial, etc… así que debemos integrarlo en la empresa como un área más de negocio e implementar nuestros procesos internos para que pueda formar parte de nuestra cultura empresarial.
Es algo sencillo… la estrategia de comunicación online debe ser bastante más compleja que este pequeño índice, pero puede daros una idea de cómo hacerlo. Muchas veces los árboles no nos dejan ver el bosque y nos equivocamos ofuscándonos en alcanzar objetivos secundarios en vez de tratar de lograr los objetivos primarios.
La labor de la comunicación online tiene objetivos principales:
  • Aumentar el número de impactos/ventas/referencias/lo que sea que nuestra empresa haga
  • Mejorar nuestra comunicación con el cliente y reducir el número de incidencias y reclamaciones en nuestros canales tradicionales
  • Alguna otra que se os ocurra…
Por ejemplo, mejorar nuestro posicionamiento en Google de la página corporativa, si nos ayuda a alcanzar nuestro objetivo principal, queda muy bonito en el CV y cuando se lo mostramos al jefe, pero es un objetivo secundario. Pasa lo mismo con nuestra página de fans en Facebook… nos da igual tener miles de fans si su ratio de actividad es mínimo y no somos capaces de redireccionarlos hacia el contenido corporativo que nos interese (links que logramos llevar a nuestras webs), así que centrarnos en aumentar el número de fans si no logramos llevarlos luego a algún sitio, es absurdo. Podría poner más ejemplos, pero creo que ya os hacéis una idea.
Antes de lanzaros a hacer una comunicación online, crear un perfil de Facebook porque es la última moda o crear un blog corporativo, preguntaros ¿Por qué?… y luego ¿para qué?… los ¿por cuánto? y ¿quién lo mantiene? normalmente vienen solos… para todo lo demás… suerte!!

La comunicación online ¿territorio comanche?

Todavía sigue pasando que al hablar de comunicación online, marketing online, comunicación 2.0, etc., te siguen mirando como algo raro, como uno de esos que se pasa el día enganchando al Facebook, Twitteando todo lo que le pasa y agarrado al móvil con conexión de datos como si nos fuera la vida en ello.

Esto también sucede en el mundo empresarial. Aun son muchas las ocasiones en las que preguntan «¿pero esto vale realmente para algo?«. Poco a poco, la gente y los directivos van viendo el potencial que tienen las redes sociales y la pregunta va transformándose a algo parecido a «¿y cómo puedo hacer para sacarle partido?«.

Lo que vengo apreciando desde hace un tiempo es que muchos todavía ven el mundo online como un territorio comanche, una zona prohibida y desconocida, que sí, saben que funciona en algún sentido, pero desconocen para qué. Son varios los cafés que me he tomado con amigos para explicarle lo que se puede, no se puede y se debe hacer en las redes sociales o, simplemente, en como llevar tu negocio, empresa, departamento y/o producto al mundo online.

Lo primero: las plataformas digitales  son sólo un nuevo canal de comunicación. Punto.

(con esto incluyo redes sociales, blogs, microblogging, apps y todo lo que se os ocurra)

No es la panacea universal, no nos va a sacar de la crisis, no multiplicarás tus ventas por mil ni obtendrás un ROI desorbitado. Simplemente es un nuevo canal de comunicación y como tal debes utilizarlo correctamente para obtener unos resultados. En función de lo qué hagas y cómo lo hagas, tendrás uno u otro resultado.

Lo segundo: no es un mundo exclusivo de los community managers. Todos podemos (debemos) usarlo.

El community manager debe acercar la empresa al mundo online y ayudar a sus compañeros a poder entender todo lo que va surgiendo en la Red, las tendencias, lo que está de moda, dónde están los usuarios, como interaccionar con ellos… su trabajo, aparte de estar pendiente de la Reputación Corporativa Online (algo que está también de moda), es ayudar a cada departamento a generar estrategias de comunicación/marketing enfocadas en el mercado online.

Para entendernos. Tu empresa debe contar con un community manager, pero su trabajo no debe ser gestionar en exclusiva e independientemente del resto de departamentos todos y cada uno de los perfiles online y comunicación que se hace con los usuarios en la Red. Su verdadero trabajo consiste en apoyar a cada departamento a gestionar dichos perfiles en cada una de las plataformas de forma correcta de forma que puedan incluir este nuevo canal de comunicación en su marketing mix.

De modo que si queremos tener un perfil en Linkedin, este debería ser gestionado por el equipo de Recursos Humanos; si tienes una cuenta en Twitter, entre marketing y ventas; una intranet, con los responsables de gestión interna… y así sucesivamente.

Lo tercero: tenemos que tener claro qué queremos hacer.

Se puede vender en Twitter: Sí, pero… Pero depende del tipo de producto que tengas y de lo que hayas hecho para generar a los followers que pueden estar interesados en tu producto. Claro está, el community manager deberá ayudarte a canalizar una oferta comercial a una plataforma donde un twitte puede durar apenas un par de horas, pero es el responsable del producto el que debe incluir Twitter en su campaña promocional.

Igualmente, podemos vender en Facebook, YouTube, Flickr, WordPress, Picotea, etc… Sí, pero… Volvemos a lo mismo, no es lo mismo vender hamburguesas que un bolso de lujo.

Así que indentifica tu mercado y tu público, analiza como interaccionan en el mundo online y ofrece contenidos adecuados para ellos a fin de conseguir unos objetivos que te hayas fijado para tu estrategia (ya no solo online… sino de producto/marca/compañía).

Estrategias de marketing online

Hace poco me volvieron a preguntar sobre cómo montar una estrategia online que pueda ser integrada dentro de las estrategias globales de la compañía.

La idea no es lograr tener una página web estupenda, ni un Facebook con millones de seguidores… sino que estos resultados queden enmarcados dentro de la estrategia de la empresa, para ayudar a alcanzar los objetivos globales. En resumen, cumplir con la cuenta de resultados a final de año.

Cada vez más empresas se están dando cuenta que el puesto de Community Manager, o como quieras llamarlo, no corresponde a un perfil técnico ni creativo. Debe ser un perfil que sea capaz de alienar las estrategias de la compañía en el área online, gestionando los recursos disponibles (redes sociales, blogs, foros, web, etc.) para ayudar a alcanzar los objetivos globales de la compañía. Es más bien un perfil estratégico capaz de transformar las acciones de social media en ROI.

Al final, todo se trata de eso, de que nuestra cuenta de resultados a final de año sea positiva y mejor (a ser posible) que el año pasado. La parte online, si no queremos que sea un fracaso o una burbuja que terminará explotando en nuestras manos, debe ir por ese camino. Por el camino de la consecución de objetivos que aporten un valor al resto de la estrategia, fundamentalmente en el desarrollo de bases de datos y creación de canales de comunicación directa con los usuarios.

Después, podemos ver cómo alcanzar dichos objetivos: mediante perfiles en redes sociales; realizando blogging o redes de blogs; linkbuilding; canales en YouTube, Picassa, Flickr, etc.

Podemos integrar las acciones online con offline (es más, sería recomendable), mediante convocatorias, conferencias, seminarios, tertulas, foros de debate… aquí las posibilidades sí que son infinitas.

Pero esto no tiene sentido si no tenemos clara nuestra estrategia y lo que queremos lograr con este tipo de acciones. De lo contrario, sería como crear nuestra propia red social sin tener muy claro qué vamos a hacer cuando tengamos a los usuarios en nuestra Red. ¿Cómo les hacemos llegar nuestros productos o nuestro mensaje?¿Cómo vamos a lograr que esto repercuta en nuestra cuenta de resultados?

A día de hoy, que yo sepa, los fans en Facebook y Twitter no pueden reflejarse en un balance y mucho menos en la evolución de nuestra acción en bolsa. Así que antes de preparar una estrategia, pensar qué queréis lograr, fijar vuestros objetivos y marcar cómo esperáis lograrlos. Una vez tengáis claro esto, usar el social media para ayudar a alcanzar dichos objetivos.