Cierra Google Wave

Por fin parece que es definitivo y se acerca el cierre de Google Wave.

Google a anunciado a sus usuarios que Google Wave dejará de existir a partir del 30 de abril del 2012. Si bien a partir de 31 de enero sólo se podrán leer las «waves», el sistema permitirá exportar, en formato PDF, los documentos que hayas subido, por lo menos hasta el cierre definitivo.

Sin embargo, el gigante del mundo online pone a disposición de sus usuarios alternativas como Walkarround, un proyecto en código abierto, basado en el código base Apache Wave,  que permite importar tus documentos del Google Wave, aunque con algunas limitaciones:

  • Puedes importar sólo ficheros individuales en vez de poder hacerlo en bloque
  • Los comentarios privados son importados como ficheros independientes
  • No se puede importar el historial
  • Todas tus conversaciones aparecerán como «sin leer»
  • La información de las carpetas se pierde
  • No se pueden importar documentos adjuntos
  • Puede haber fallos si se trata de importar «waves» muy pesadas

Este es otro de los intentos fallidos de Google por competir con Facebook. Ambas empresas parece que tienen una larga batalla por saber quién domina el mundo online, sin embargo, por mucho que se esfuercen ambas por vencer a su adversario, ninguna de las dos parece que logra arrancar cuota de mercado a su rival.

 

El lujo del trabajo 2.0

Siempre ha habido empresas y empresas a la hora de ofrecer beneficios sociales a sus empleados, el mundo 2.0 no iba a ser menos.

Empresas como Google, Facebook o Twitter ofrecen a sus empleados beneficios sociales, como gimnasio, masajista, lavandería, rocódromo, peluquería y hasta reparación de bicicletas. También ofrecen actividades deportivas, campeonatos y concursos de videojuegos.

Aunque en España todavía no hay muchas empresas que ofrezcan ventajas similares (que las hay), no perdemos la esperanza!!

Comunicación Online – La diferencia entre objetivos primarios y secundarios

Hay en ciertas ocasiones en las que nuestra estrategia de comunicación online se centra más en alcanzar unos objetivos secundarios en vez de buscar lograr un objetivo primario.

Hace algunas semanas, durante una conversación con amigos, hablábamos sobre el lanzamiento de una nueva página web que alguien estaba preparando. Como era de esperar, estaba muy preocupado porque su nueva página web debía estar perfecta desde el primer momento, especialmente la nueva tienda online que estaba a punto de lanzar.

También hablamos del posicionamiento web, de cómo podía mejorar el SEO de su nueva página o apoyar con acciones SEM. Pero, al final, nadie se paró a pensar cómo podría ayudar esta nueva web a alcanzar los objetivos de la empresa, que eran, básicamente, vender más.

Así que, por mucho que mejoremos nuestro posicionamiento, nuestra página esté completamente optimizada para SEO y logremos un linkbuilding adecuado para mejora nuestra indexación, no servirá para nada si nuestra nueva web no está enmarcada dentro de una estrategia global para alcanzar unos objetivos generales (o primarios).

No voy a entrar en cómo sería la estrategia de posicionar una tienda online desde cero, pero básicamente, debemos preparar una estrategia, con objetivos intermedios o secundarios, que nos ayuden a alcanzar un objetivo mayor, global y que esté alineado con el objetivo principal de nuestra empresa y/o negocio:

  1. Gestión SEO: primero debemos asegurarnos que nuestra web está optimizada para SEO y que ofrece un contenido amigable para, tanto los usuarios como para Google.
  2. Indexación: no sólo lograr acciones de linkbuilding sino también lograr que nuestra marca se posicione en la red (tal vez con acciones de comunicación tradicional)
  3. CRM: una vez logradas algunas visitas a nuestra web, debemos gestionar a los usuarios de una forma adecuada y correcta (básicamente porque queremos que vuelvan)
  4. Escalabilidad de nuestra web: no hace falta incluir todas las funciones desde el principio, bastan aquellas que nos ayuden a alcanzar los primeros objetivos. Luego siempre podemos lanzar nuevas funciones, secciones, etc… Claro está, en la fase de desarrollo debemos haberlo planificado o nos tocará rehacer la página entera.
  5. Integración: la web no es más que un nuevo canal de comunicación, comercial, etc… así que debemos integrarlo en la empresa como un área más de negocio e implementar nuestros procesos internos para que pueda formar parte de nuestra cultura empresarial.
Es algo sencillo… la estrategia de comunicación online debe ser bastante más compleja que este pequeño índice, pero puede daros una idea de cómo hacerlo. Muchas veces los árboles no nos dejan ver el bosque y nos equivocamos ofuscándonos en alcanzar objetivos secundarios en vez de tratar de lograr los objetivos primarios.
La labor de la comunicación online tiene objetivos principales:
  • Aumentar el número de impactos/ventas/referencias/lo que sea que nuestra empresa haga
  • Mejorar nuestra comunicación con el cliente y reducir el número de incidencias y reclamaciones en nuestros canales tradicionales
  • Alguna otra que se os ocurra…
Por ejemplo, mejorar nuestro posicionamiento en Google de la página corporativa, si nos ayuda a alcanzar nuestro objetivo principal, queda muy bonito en el CV y cuando se lo mostramos al jefe, pero es un objetivo secundario. Pasa lo mismo con nuestra página de fans en Facebook… nos da igual tener miles de fans si su ratio de actividad es mínimo y no somos capaces de redireccionarlos hacia el contenido corporativo que nos interese (links que logramos llevar a nuestras webs), así que centrarnos en aumentar el número de fans si no logramos llevarlos luego a algún sitio, es absurdo. Podría poner más ejemplos, pero creo que ya os hacéis una idea.
Antes de lanzaros a hacer una comunicación online, crear un perfil de Facebook porque es la última moda o crear un blog corporativo, preguntaros ¿Por qué?… y luego ¿para qué?… los ¿por cuánto? y ¿quién lo mantiene? normalmente vienen solos… para todo lo demás… suerte!!

Nuevo diseño para tu perfil de Facebook

Facebook ha lanzado un nuevo diseño para su perfil que pretende dar un nuevo enfoque a lo que hasta ahora hemos conocido por nuestro muro.

A día de hoy, el nuevo diseño sólo está disponible para desarrolladores, pero en breve estará habilitado para todos los usuarios. El muro toma un formato mucho más visual, donde se presenta la actividad en una línea de tiempo, mucho más sencilla a la hora de desplazarse por ella y encontrar un comentario antiguo.

También es posible personalizar la imagen de cabecera de tu propio perfil. Es más parecido al diseño estándar de un blog, con la curiosidad que los comentarios se presentan en dos columnas alternadas en función de la antigüedad del comentario.

Parece que Facebook también está haciendo cambios en la forma que tienen los usuarios de interaccionar. La verdad es que tampoco es una gran novedad, pues estos cambios se van haciendo constantemente para mejorar la interacción de los usuarios, pero de vez en cuando sorprenden con algo nuevo.

 

Desde luego la idea es mucho más visual y parece más sencillo de manejar. Ahora habrá que probar y jugar con el nuevo perfil. Ya os iré contando.

Comunicación 0.0: cuando la tecnología ciega a las empresas

En este mundo cada vez más digitalizado son muchas las empresas que quieren apuntarse a las nuevas tecnologías y apuntarse a la moda. Pero ¿se es consciente en realidad de lo que implica abrir las puertas de la tecnología en tu empresa?

Ya hemos pasado la moda de las redes sociales y mantener un perfil en Facebook o una cuenta en Twitter es de lo más habitual. Son ya muchos los profesionales que han optado por la modalidad del blog para dar a conocer su negocio y promocionarse en el mundo online. Los términos Twitear o postear se usan en nuestras conversaciones del día a día. Cuando un amigo te dice «que comentario más gracioso has subido a tu muro»  nadie piensa que te has puesto a hacer grafiti en tus paredes.

Pero como todo, la tecnología avanza y nos descubre nuevas oportunidades, opciones y posibilidades para conectar con nuestros amigos/clientes/usuarios/lo que sea con lo que queráis conectar. Normalmente, esta tecnología nos permite mejorar la forma que tenemos de comunicarnos, pero ¿qué pasa cuando no la controlamos lo suficiente o, directamente, no somos conscientes de todo el potencial y puede transformarse en un riesgo reputacional?

Dejar que os ponga un ejemplo: desde hace un tiempo, cuando cogemos un billete de avión, podemos realizar nuestro propio auto check-in a través de la página web de las compañías aéreas. Es un sistema realmente cómodo y evita los tradicionales tiempos de espera en el aeropuerto. Compañías como Ibera han publicado su propia aplicación para móviles, donde puedes hacer esta misma gestión desde tu terminal, pudiendo seleccionar el asiento que prefieras en cualquier lugar donde te encuentres.

Esto está muy bien si sales de Madrid o de cualquier aeropuerto principal. El problema viene cuando llegas a un aeropuerto no tan grande y con muchos menos recursos. Sin ir más lejos, el aeropuerto de A Coruña no dispone de los lectores para usar este sistema de auto check-in y debes acercarte al mostrador de la compañía para obtener tu tarjeta de embarque.

Entonces, ¿si una compañía es capaz de hacer una herramienta online con la que puedes realizar tu propio check-in a la hora de volar, no es capaz de hacer un filtro en función de los aeropuertos que tienen capacidad para leer este tipo de tarjetas de embarque? Este ha sido mi caso cuando regresaba de una convención de mi empresa.

Algo que a priori era un valor añadido que me aportaba la compañía (en este caso Iberia) se transforma en una fuente de frustración frente a la misma porque no ha sido capaz de cumplir con las expectativas que han creado.

¿Realmente Iberia carece de la capacidad técnica y humana para hacer una herramienta o servicio que funcione en un 99’9% de ocasiones? Seguro que no, pero no se han parado a analizar si conocían realmente a dónde les podía llevar la tecnología que estaban implantando. Cuando se lanza una herramienta como esta, se deben haber realizado los test suficientes como para confirmar que cumplirá con las expectativas de nuestros clientes y conocer sus limitaciones para poder, o bien ponerles solución o bien plantar alternativas.

Recuerdo una vez, programando una aplicación para Android, que el cliente nos comentaba un problema en la velocidad con la que actualizaba su posición en Google Maps, cuando nos estábamos desplazando siguiendo la ruta. Hicimos innumerables pruebas, revisamos el rendimiento, la carga de datos, la actualización del posicionamiento GPS, etc… hasta que un día, por casualidad, realizamos una simple prueba cuando íbamos en el coche. El problema es que la aplicación había sido diseñada inicialmente para usarla mientras se andaba y no se había contemplado que el usuario pudiera desplazarse en coche mientras la usaba. Este fallo lo detectamos gracias a que la aplicación fue probada por muchos usuarios, cada uno en unas condiciones diferentes, según su propia necesidad, y analizamos los resultados antes de lanzar la última versión de la aplicación.

Volviendo al caso del auto check-in, hay que reconocer que la idea es buena. Es realmente útil y efectiva cuando viajas a destinos que disponen de los lectores adecuados. Pero debemos conocer los límites y capacidades de las herramientas que utilizamos. Si queremos ofrecer un servicio completo a nuestros usuarios debemos esperar de ellos lo imposible y prepara nuestra respuesta (o aplicación).

Por qué fallan las estrategias online

Tenemos una buena idea y cuando lo llevamos a la práctica falla estrepitosamente sin que tengamos muy claro el por qué. Nos ha pasado a todos alguna vez y, con suerte, nos seguirá pasando (quiere decir que seguimos probando nuevas ideas y siempre correremos el riesgo de equivocarnos), aunque trataremos de evitarlo.

Cuando analizamos lo que hemos hecho sacamos conclusiones y, lo más importante, debemos aprender los motivos y las razones de nuestro fracaso. Realmente, debemos hacer lo mismo cuando tenemos éxito, pero es mucho más fácil pensar que sabemos por qué las cosas salen bien en vez de preguntarnos si realmente las sabemos. Pero cuando las cosas salen mal… más nos vale saber el motivo.

Por simplificar un poco las cosas, podemos hacernos una idea del éxito o del fracaso que podemos esperar tenga nuestro proyecto siguiendo una pequeña lista:

  • Investigar posibles fallos: ¿hemos analizado lo qué puede salir mal, por dónde puede fallar nuestro proyecto o las posibles causas que podrían llevar a nuestro fracaso? Se deben realizar los oportunos controles y pruebas de estrés antes de realizar en lanzamiento.
  • Plantear posibles escenarios: prepara diferentes hipótesis y escenarios, tanto en el caso de tener éxito como si no, de modo que podemos crear plantes de actuación con antelación.
  • Evitar la incertidumbre: si no tenemos claro lo que puede suceder no sabremos reaccionar y podremos tomar decisiones equivocadas.
  • Hacer las cosas sencillas: por muy complicado que pueda parecer un proyecto, si logramos que los procesos y los pasos intermedios sean sencillos y fáciles de entender, desarrollar e implementar, podemos llegar a tener éxito.
  • Asignar las tareas correctamente: es fundamental realizar una correcta asignación de tareas y el cálculo de horas de trabajo. No debemos hacer castillos en el aire y pensar que podemos llevar acabo cosas que no son técnicamente (o económicamente) posibles, incluyendo el factor humano. Hay que recordar que el día tiene 24 horas y de vez en cuando tenemos la mala costumbre de dormir.
  • Planificar los procesos correctamente: evitaremos cuellos de botella si planificamos los procesos y pasos del desarrollo de forma adecuada. Por muy bueno que seamos en una parte del desarrollo, si fallamos en otra no avanzaremos.
  • El equipo humano: a veces las cosas fallan porque las personas no tienen los conocimientos adecuados o la experiencia necesaria para llevar acabo el proyecto: que tengas un programador excepcional de HTML no quiere decir que sea igual de bueno para programar en Java (por poner un ejemplo). La formación y contar con asesoramiento externo ayuda, así como adecuar el proyecto a los recursos humanos de que dispongas.
  • Seguimiento: Aunque hayamos lanzado el proyecto y tengamos nuestra web, página de fans o perfil de Twitter funcionando, debemos hacer un seguimiento constante, sobre todo al principio. Por ejemplo si usamos herramientas de monitorización que se integren con diferentes perfiles, es posible que durante los primeros días nos den problemas de sincronización con Facebook, Twitter y/u otras plataformas.
  • Trabajar en equipo: cuando se lanza un proyecto, una página web, un portal, perfil, etc… es fácil que tomemos decisiones precipitadas sin compartirlas con el equipo. Sobre todo si no hemos seguido los pasos anteriores. Debemos definir procedimientos claros para la toma de decisiones y para informar de posibles problemas, cambios y/o modificaciones que deban llevarse cabo.
Estas son sólo unas ideas básicas para tratar de lograr que un proyecto salga como habíamos pensado. Pero no hay que tener miedo a al fracaso cuando llevamos acabo nuevas ideas, nos puede enseñar cosas útiles, si sabemos aprovecharlas, claro.

Generar contenidos: el modelo de Google frente a Facebook

Ahora que está ya tan extendido el concepto 2.o y son muchas las empresas, grupos y usuarios que se han lanzado a la web para generar todo tipo de contenido, cabe preguntarse qué modelo debemos seguir: el planteado por Google o por el contrario el desarrollado por Facebook.

Vayamos por partes, primero tendría que explicar a qué me refiero con ambos modelos ¿n0?

El modelo de Google

Cuando hablamos de Google no debemos hablar sólo del motor de búsqueda que ya todos conocemos y utilizamos. También debemos incluir YouTube, Picassa, Blogger, etc… podemos decir que básicamente todo se centra en la indexación de los contenidos que subimos a la Red.

El gran secreto de YouTube no ha sido que es el mejor reproductor de videos online, ni porque fuese el más «social» de todas las páginas que ofrecen este mismo servicio. Básicamente ha triunfado porque ha facilitado y mucho la forma de compartir el contenido. Cualquier usuario puede subir un vídeo a YouTube y generar inmediatamente un código que le permite llevárselo a un blog, a una página web o al propio Facebook, para visualizarlo en la misma plataforma sin tener que navegar hasta la fuente original (supuestamente).

Sin embargo, la parte «social» de YouTube o de Google en si mismo no ha tenido tanto éxito. Apenas seguimos a usuarios en YouTube como lo hacemos en Twitter (no digamos ya en Facebook) o a terceras marcas. Eso sí, estamos ávidos de ver cualquier vídeo que se suba a la Red y, por norma general, suele estarlo en YouTube, generando miles de visualizaciones (millones cuando se logra ser social) de de forma anónima.

Así que podemos decir que el modelo de Google se basa en ofrecer a cualquier usuario el contenido que generas, facilitando de una forma fácil y sencilla que puedas usarlo según creas conveniente.

El modelo de Facebook

Es la red social por excelencia, uno de los «países» más poblados y uno de los canales de comunicación más poderosos del planeta por su capacidad para llegar a cualquier rincón del mundo en cuestión de clicks.

El modelo de Facebook se basa en la parte social, en el networking, en generar canales de interconexión entre usuarios que les permitan compartir todo aquello que quieran: desde comentarios personales, fotos, vídeos, juegos, etc.

Cada poco tiempo vemos como el equipo de Facebook se esfuerza por hacer todavía más social su plataforma, mejorando la forma que tenemos de comunicarnos con los demás, en como llegar a más amigos y en como seguir creciendo como Red.

Nuestro modelo

Ahora viene nuestro problema, ya sea como Empresa o como Community Managers de alguna marca: ¿trabajamos en la parte social de nuestro contenido o en que este pueda ser compartido de una forma fácil y sencilla con cualquier otro usuario?

En un principio podemos trabajar en ambas estrategias a la vez. Por un lado, queremos que haya interacción en nuestras plataformas (aunque para ello usemos Facebook, Twitter, nuestro propio foro, etc.), por otro lado queremos que los contenidos que volcamos a la Red se extiendan lo máximo posible (y aquí el poder lo tienen los usuarios).

Cada empresa, marca o producto es un mundo y debe analizar primero los pros y contras de cada una de las opciones. Debes pensar si tu empresa no genera mucho contenido sino más bien interacción (véase una marca de videojuegos, por poner un ejemplo) te interesa crear herramientas que permitan a tus usuarios interaccionar (volviendo al tema de los videojuegos, creando foros donde debatir las novedades de cada lanzamiento, los trucos y algunos secretillos). Si tu empresa es capaz de generar contenidos constantemente, pues debes centrarte más en la parte viral, en facilitar a los usuarios que puedan extender dicho contenido por la Red (pongamos como ejemplo un periódico online).

Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Al no poder atacar todos los frentes a la vez, debemos elegir para especializarnos y ser los mejores en lo que podamos/debamos. Si eres generador de contenidos, pero no favoreces la indexación, por muy social que seas no lograrás sustituir a Facebook y seguramente alguien te logrará sustituir a ti, simplemente indexando mejor tus propios contenidos o generando los suyos propios. Si tu fuerte está más en la interacción de tus usuarios, no debes preocuparte demasiado por los contenidos que generes tú, sino por los que generan los propios usuarios sobre ti y de facilitarles un lugar para hacerlo.

Como siempre, la decisión sobre qué camino tomar viene tras analizar tus fortalezas y debilidades (vamos, un análisis DAFO de toda la vida) y luego ofrecer aquello en lo que realmente puedes aportar un valor añadido. En caso contrario, el mundo es muy grande y sobre todo la Red… tarde o temprano aparecerá alguien que lo haga mejor que tú y si no logras ofrecer un valor añadido a tus usuarios, estos se irán de tu plataforma, herramienta o lo que tengas desarrollado a otro sitio en muy poco tiempo.

 

Evolución de las redes sociales

Hace poco me ha llegado el último informe del Observatorio de Redes Sociales, realizado por the cocktail analysis, donde publican una comparativa sobre el uso y estado de las redes sociales en nuestro país.

Aunque intentaré entrar en más detalle sobre el estudio y lo que se dice en el mismo, por ahora simplemente quiero llamar la atención sobre una comparativa sobre los usuarios que tiene cada plataforma, el uso que hacen y su pertenencia a las mismas.

 

A primera vista, aparecen Facebook y Tuenti como los grandes triunfadores, con un incremento del número de usuarios que se repite tanto en 2009 como en 2010.

Tras este primer vistazo, podemos ver como Facebook aumenta considerablemente el número de usuarios y muy poco el número que tiene un perfil al que no atiende o lo ha abandonado. Por el contrario, Tuenti ha tenido un menor incremento pero ahora son más los usuarios que han abandonado la plataforma, recientemente adquirida por Telefónica. La parte positiva, el camino por recorrer de Tuenti es aun grande y tiene margen de maniobra, sobre todo si cuenta con el respaldo de un grupo como la empresa de telecomunicaciones.

Linkedin y Twitter siguen su propio camino de progresión, ganando y perdiendo usuarios por igual, pero con mucho potencial.

Espero tener algún tiempo libre estos días para poder indagar un poco más en el estudio y sacar conclusiones sobre, ya no solo exclusivamente las plataformas de siempre (Facebook, Twitter, Tuenti…) sino también hablar sobre el uso de Flickr, Xing, YouTube… Por ahora sólo puedo hacer esta breve introducción.

Relaciones en versión digital

Los tiempos cambian y nosotros cambiamos con ellos, porque, aunque no nos demos cuenta, hemos cambiado considerablemente la forma que tenemos de relacionarnos y, en gran medida, de ligar.

Sí, digo que hemos cambiado enormemente la forma que tenemos actualmente de ligar.Y quiero hacer especialmente mención a esta parte de nuestras relaciones sociales, porque siempre hablamos de cómo interactuan los usuarios, pero pocas veces hablamos de lo que sucede en la realidad.

Recuero hace años, cuando comenzábamos a rondar por primera vez los bares a partir de la media noche, que normalmente cruzabas una mirada con alguien, preguntabas a tus amigos o amigas, averiguabas los amigos comunes, quién y cómo os podrían presentar y finalmente lograbas coincidir de alguna forma, lograbas su teléfono, buscar una excusa para hablar y poder decir «hola».

Los tiempos han cambiado. Hoy en día vemos tan normal encontrar a esa misma persona en alguna foto de tus amigos. Ver que está etiquetada, investigar su perfil, solicitar una invitación de «amistad»… con un poco de suerte podrás ser «una relación complicada» e intercambiar «me gustas» y hacer «toques» cada vez que te acuerdes de la otra persona a través de tu móvil (ya ni mensajes…).

Aunque pensándolo bien, todo tiene sus ventajas. Si quedas con alguien, ya no puedes decir «cuando quedé contigo no pensaba que fueses así!!!» Ahora puedes ver en mi perfil de dónde soy, qué amigos tengo, por donde me gusta ir, que suelo bajar a tirar la basura en pijama, que series me gusta y cuales no, etc. Ahora ya no puedo engañarte diciente que me gustan la películas románticas o que soy fan del último triunfito.

Con un poco de suerte, habrás visto mi blog (aquí no pongo enlace porque, en mi opinión, creo que sería un tanto absurdo) y podrás saber aproximadamente lo que pienso… sobre algunos temas, claro. Y si ya has logrado ver mi Twitter, hasta podrás cuando suelo aburrirme!!

Puede que aun no te haya pasado algo así, pero te acordarás de este post cuando alguien, algún día, en vez de darte su número de teléfono, simplemente te diga «en cuanto llegue a casa te agrego al Facebook».

El nuevo periodismo

Curiosidades de la vida, encuentro en timeline de Facebook un link que habla sobre el nuevo periodismo basado en una plataforma como Facebook.

Sucesos como los que están teniendo lugar constantemente en el mundo y que son retransmitidos a través de las redes sociales nos abren la puerta a una nueva forma de tener acceso a la información.

Ya se que es un tema que se ha tratado mucho, que llevamos años hablando de lo que suponen las redes sociales para agilizar el acceso a la información por parte de todos los usuarios… pero de vez en cuando debemos recordar los cambios que han supuesto las redes sociales en la forma que tenemos de recibir (e intercambiar) información.

No solo las empresas se han dado cuenta y crean estrategias para genera la información que consideran apropiada y beneficiosa para su marca y/o productos. También los gobiernos son conscientes de ello y ahora limitan el acceso a las estas plataformas para mantener cierto control sobre la información que se genera. Y no es necesario irnos a otros países para verlo, en nuestro país se está avanzando en el desarrollo de leyes que permiten (o intentan) controlar lo que hacemos en la Red.

Y no quiero hablar de lo correcto o incorrecto que se hace en la Red sino la posibilidad de que un estamento oficial controle o dictamine lo que es correcto o incorrecto.

Se vuelven a cometer los mismos errores, pretendiendo mantener un sistema económico sin adaptarse a las nuevas tendencias y tecnologías. Legislar por legislar, es como tratar de poner puertas al campo.

Siempre hablamos de lo que deben hacer las empresas para aprovechar las redes sociales y las nuevas TIC, pero poco se habla de cómo debemos actuar en las mismas para seguir respetando unas mínimas normas. Esto no puede ser por más tiempo un típico wester, donde todo está permitido, pero no se puede tampoco pretender evitar el flujo de las mareas y pretender que las redes sociales se comporten como lo que no son: es la unión de un montón de usuarios, que sin conocerse de nada, interactúan entre ellos de forma global. Esto implica, al igual que en la vida misma, intercambiar información, cosas, cotilleos, fotos, vídeos, archivos, ideas, proyectos, sensaciones, opiniones, etc… (nos guste o no).

Si negamos la base fundamental de estas plataformas, todo lo que hagamos para controlarlas o sacar provecho nos llevará al más rotundo fracaso.