¿Qué pasa cuando no tenemos qué comunicar?

Cualquier profesional del mundo de la comunicación, no sólo del mundo online, se ha enfrentado a esta situación.

Y es que hay momentos donde no tienes nada que comunicar, nada que contar y nada que decir, pero como muchas veces nos puede nuestra “vocación” nos ponemos a escribir sobre lo que se nos ocurra (véase este post).

Ahora bien, hablando en serio, muchas veces un cliente se compara con su competencia y espera obtener unos resultados similares a los que están obteniendo otros, sin entrar a valorar la inversión que están realizando; ya no solo en el posicionamiento online, sino en toda una estrategia de posicionamiento en la red, que incluye la generación de contenidos, acciones, planes estratégicos, integración de esfuerzos, etc.

Todavía tenemos a muchas empresas que se plantean estar en la Red por el típico “por si cuela”, porque está de moda y además en algún sito han leído eso de la Web 2.0 y el posicionamiento en buscadores y quieren que su Web esté a la última y como número 1 de Google. Eso sí, no están dispuestos a gastarse más allá de lo que cuesta un becario (o mileurista en el mejor de los casos) y ni les hables de la necesidad de generar contenidos extras (véase acciones, eventos, fotos, videos, promociones, merchan, etc.).

Así que, a los que estamos en este mundillo nos toca explicarle al cliente que no se puede hacer un canal en YouTube con cuatro videos y pretender que este tenga las miles de visitas que tienen canales con cientos de videos; o lograr en un mes los mismos fans en Facebook que tiene otra página que lleva trabajando seis meses en el lanzamiento de un producto. Por poner algunos ejemplos.

Pero nos debemos a la ley de proveedor, cuyo artículo primero dice que “el cliente siempre tiene razón”… o casi siempre, y si no la tiene, se aplica el artículo primero.

Por fortuna o desventura, esto no es algo nuevo. Pasó cuando nació Internet. Pasó cuando salieron los móviles capaces de poner un hombre en órbita. Pasó cuando aparecieron las redes sociales… ha pasado siempre con al TV… la gente quiere estar donde está de moda estar, sin analizar si puede o debe estar, y eso lleva a que su posicionamiento no sea el correcto.

La solución, o por lo menos parte de ella, está en la formación de los empleados y responsables de las empresas, en lo que a la Red se refiere. Tanto los responsables de marketing como los planificadores de las agencias de publicidad deben tener ciertos conocimientos sobre la Red para poder incluirlas en sus planes… y esta es la parte fundamental del asunto… Hay que incluirlo en un plan global y no plantearla como una acción puntual!!!

Es como si haces un mailing a 20.000 posibles clientes para comunicar las excelencias de tus productos y luego no tienes un plan para dar continuidad a esta acción ni estás preparado para canalizar las respuestas de esos clientes potenciales interesados. Pues esto mismo aplícalo a la Red 2.0

Vuelvo a repetir: la red no es más que un nuevo canal que las empresas deben integrar en sus planes estratégicos, planes de marketing y comunicación; ya sea a través de la formación de todos los empleados o bien a través de la creación de departamentos específicos (abogo más por la primera opción).

Estar o no estar… o más bien cómo estar

En los últimos tiempos estamos pasando de la necesidad de «estar» en la Red a la pregunta de «cómo» estar.

Las empresas ya no cuestionan la necesidad de contemplar la Red como una plataforma más para darse a conocer, crear una imagen de marca y abrir una nueva posibilidad de negocio. Lo que pasa ahora es que muchas empresas se están comenzando a preguntar cómo tienen que estar en la Red.

Y es que las cosas comienzan a no ser tan sencillas. Antes, bastaba con tener una web corporativa, con algunos datos de la empresa, de los productos, un sección de consultas y un apartado donde mandar el CV. Ahora, cualquier empresa con un portfolio de productos lo suficientemente amplio dispone de su web corporativa, varios microsites, clubes de fidelización, presencia en redes sociales, etc. ¿Y cómo se combina esto?

Volvemos a lo de siempre… es necesario desarrollar un plan de comunicación online o un plan de identidad corporativa online donde planifiques tu presencia en la Red, se fijen objetivos, plazos de actualización, identifiques a tus clientes online (o suscriptores), implementes acciones, etc.

Ahora que la Red ya forma parte de nuestras vidas y está cada vez más presente en nuestros planes de marketing y comunicación, debemos incorporarlo como una parte más del marketing mix, sin miedo… planteándolo como una herramienta más para llegar a los consumidores.

Si bien, debemos tener en cuenta que la forma de interaccionar en la Red no es la misma a cómo lo hacemos a través de la TV o de una revista… hay que adaptar nuestro lenguaje a este medio, pero no hay que afrontarlo con miedo. Disponemos ya de profesionales en este área y de empresas especializadas que ofrecen apoyo para logar implementar nuestros planes en la Red, sólo tenemos que tener claro lo que buscamos y lo que esperamos obtener. Porque, muchas veces, esta planificiación previa es la que puede dar al traste con nuestros planes para posicionarnos en la Goblosfera o puede hacernos llegar a las mejores posiciones de Google.