El cloud llega a la gestión de gastos con Captio

Siempre hablamos de los cambios que está generando el mundo digital y el «Cloud» en nuestra vida diaria y en el de nuestras empresas y negocios, pero pocas veces tenemos un ejemplo tan claro como el que nos presenta Captio para la gestión integral de las notas de gasto.

El mundo online está cada vez más presente en nuestras vidas, tanto en el aspecto personal como en el profesional. Claro ejemplo es la importancia que damos a nuestra imagen online y a los servicios que poco a poco vamos subiendo a la nube y que dejamos de tener físicamente en nuestra empresa para hacer una gestión puramente digital de la información.

Nuevo sistema de gestión de notas de gasto en el Cloud - Captio

Ahora le llega el turno a las notas de gasto, ese proceso mecánico y que todos detestamos hacer, por lo que siempre se acumula en nuestras tareas pendientes hasta que desde algún departamento interno nos dan un toque Seguir leyendo

La comunicación online ¿territorio comanche?

Todavía sigue pasando que al hablar de comunicación online, marketing online, comunicación 2.0, etc., te siguen mirando como algo raro, como uno de esos que se pasa el día enganchando al Facebook, Twitteando todo lo que le pasa y agarrado al móvil con conexión de datos como si nos fuera la vida en ello.

Esto también sucede en el mundo empresarial. Aun son muchas las ocasiones en las que preguntan «¿pero esto vale realmente para algo?«. Poco a poco, la gente y los directivos van viendo el potencial que tienen las redes sociales y la pregunta va transformándose a algo parecido a «¿y cómo puedo hacer para sacarle partido?«.

Lo que vengo apreciando desde hace un tiempo es que muchos todavía ven el mundo online como un territorio comanche, una zona prohibida y desconocida, que sí, saben que funciona en algún sentido, pero desconocen para qué. Son varios los cafés que me he tomado con amigos para explicarle lo que se puede, no se puede y se debe hacer en las redes sociales o, simplemente, en como llevar tu negocio, empresa, departamento y/o producto al mundo online.

Lo primero: las plataformas digitales  son sólo un nuevo canal de comunicación. Punto.

(con esto incluyo redes sociales, blogs, microblogging, apps y todo lo que se os ocurra)

No es la panacea universal, no nos va a sacar de la crisis, no multiplicarás tus ventas por mil ni obtendrás un ROI desorbitado. Simplemente es un nuevo canal de comunicación y como tal debes utilizarlo correctamente para obtener unos resultados. En función de lo qué hagas y cómo lo hagas, tendrás uno u otro resultado.

Lo segundo: no es un mundo exclusivo de los community managers. Todos podemos (debemos) usarlo.

El community manager debe acercar la empresa al mundo online y ayudar a sus compañeros a poder entender todo lo que va surgiendo en la Red, las tendencias, lo que está de moda, dónde están los usuarios, como interaccionar con ellos… su trabajo, aparte de estar pendiente de la Reputación Corporativa Online (algo que está también de moda), es ayudar a cada departamento a generar estrategias de comunicación/marketing enfocadas en el mercado online.

Para entendernos. Tu empresa debe contar con un community manager, pero su trabajo no debe ser gestionar en exclusiva e independientemente del resto de departamentos todos y cada uno de los perfiles online y comunicación que se hace con los usuarios en la Red. Su verdadero trabajo consiste en apoyar a cada departamento a gestionar dichos perfiles en cada una de las plataformas de forma correcta de forma que puedan incluir este nuevo canal de comunicación en su marketing mix.

De modo que si queremos tener un perfil en Linkedin, este debería ser gestionado por el equipo de Recursos Humanos; si tienes una cuenta en Twitter, entre marketing y ventas; una intranet, con los responsables de gestión interna… y así sucesivamente.

Lo tercero: tenemos que tener claro qué queremos hacer.

Se puede vender en Twitter: Sí, pero… Pero depende del tipo de producto que tengas y de lo que hayas hecho para generar a los followers que pueden estar interesados en tu producto. Claro está, el community manager deberá ayudarte a canalizar una oferta comercial a una plataforma donde un twitte puede durar apenas un par de horas, pero es el responsable del producto el que debe incluir Twitter en su campaña promocional.

Igualmente, podemos vender en Facebook, YouTube, Flickr, WordPress, Picotea, etc… Sí, pero… Volvemos a lo mismo, no es lo mismo vender hamburguesas que un bolso de lujo.

Así que indentifica tu mercado y tu público, analiza como interaccionan en el mundo online y ofrece contenidos adecuados para ellos a fin de conseguir unos objetivos que te hayas fijado para tu estrategia (ya no solo online… sino de producto/marca/compañía).

Estrategias de marketing online

Hace poco me volvieron a preguntar sobre cómo montar una estrategia online que pueda ser integrada dentro de las estrategias globales de la compañía.

La idea no es lograr tener una página web estupenda, ni un Facebook con millones de seguidores… sino que estos resultados queden enmarcados dentro de la estrategia de la empresa, para ayudar a alcanzar los objetivos globales. En resumen, cumplir con la cuenta de resultados a final de año.

Cada vez más empresas se están dando cuenta que el puesto de Community Manager, o como quieras llamarlo, no corresponde a un perfil técnico ni creativo. Debe ser un perfil que sea capaz de alienar las estrategias de la compañía en el área online, gestionando los recursos disponibles (redes sociales, blogs, foros, web, etc.) para ayudar a alcanzar los objetivos globales de la compañía. Es más bien un perfil estratégico capaz de transformar las acciones de social media en ROI.

Al final, todo se trata de eso, de que nuestra cuenta de resultados a final de año sea positiva y mejor (a ser posible) que el año pasado. La parte online, si no queremos que sea un fracaso o una burbuja que terminará explotando en nuestras manos, debe ir por ese camino. Por el camino de la consecución de objetivos que aporten un valor al resto de la estrategia, fundamentalmente en el desarrollo de bases de datos y creación de canales de comunicación directa con los usuarios.

Después, podemos ver cómo alcanzar dichos objetivos: mediante perfiles en redes sociales; realizando blogging o redes de blogs; linkbuilding; canales en YouTube, Picassa, Flickr, etc.

Podemos integrar las acciones online con offline (es más, sería recomendable), mediante convocatorias, conferencias, seminarios, tertulas, foros de debate… aquí las posibilidades sí que son infinitas.

Pero esto no tiene sentido si no tenemos clara nuestra estrategia y lo que queremos lograr con este tipo de acciones. De lo contrario, sería como crear nuestra propia red social sin tener muy claro qué vamos a hacer cuando tengamos a los usuarios en nuestra Red. ¿Cómo les hacemos llegar nuestros productos o nuestro mensaje?¿Cómo vamos a lograr que esto repercuta en nuestra cuenta de resultados?

A día de hoy, que yo sepa, los fans en Facebook y Twitter no pueden reflejarse en un balance y mucho menos en la evolución de nuestra acción en bolsa. Así que antes de preparar una estrategia, pensar qué queréis lograr, fijar vuestros objetivos y marcar cómo esperáis lograrlos. Una vez tengáis claro esto, usar el social media para ayudar a alcanzar dichos objetivos.

Gestiona tu ego digital

Cada vez más nos preocupa lo que se dice de nosotros en la Red, algo que ya no sólo preocupa a las personas, sino que por el contrario se ha convertido en un objetivo de ciertas organizaciones que están atentas a lo que se dice en la Red sobre su empresa os sus productos.

La idea fundamental del ego digital es la imagen que se tiene de nosotros en la Red. Por ello comenzamos a preocuparnos sobre la reputación que tenemos en los medios digitales y en las redes sociales.

Tu presencia en la Red no puede gestionarse de un día para otro, requiere de una constancia a lo largo del tiempo que aporte consistencia a tu imagen online. De la misma manera que si esperas que la Red te responda, debes aportar algo interesante a la misma. Si eres Steve Jobs no hará falta que digas muchas cosas interesantes, pues la gente esperará a que se te ocurra alguna cosa brillante; pero como no lo eres, debes pensar en qué quieres contar a la Red para que esta te escuche, por lo que hay que pensar qué conocimiento quieres ofrecer para obtener un reconocimiento por ello.

Por otro lado, hay que entender la Red como algo viral. Quiero decir, que si gusta (o no gusta) algo, la Red lo hace viral, hiperreacciona ante algo haciendo que llegue hasta el último rincón del planeta en pocos segundos. Pero al igual que traslada la información al instante, sus efectos se diluyen con rapidez, si somos capaces de no aportar más leña a la hoguera con nuestros comentarios (algo no siempre sencillo).

Debemos saber cuando responder a un ataque pero, sobre todo, cuando no responder.

La estrategia que están siguiendo muchas empresas a día de hoy es general ruido en la Red, para que cualquier ataque o comentario negativo quede diluido ante tanta información. De forma que si un usuario busca información sobre tu empresa o un producto en particular, los primeros resultados de Google son los tuyos o los que tú controlas (si puede ser toda la página mejor), dejando en último lugar aquellos comentarios que no controlas, te ataquen directamente o no.