Los problemas en la gestión de competencias

Hemos estado hablando de cómo gestionar las competencias de nuestro equipo y sobre los tipos de liderazgo que tenemos disponibles en función de dichas competencias, pero existen algunos problemas que pueden surgir a lo largo del proceso.

Es fácil pensar que el primer problema al que nos podemos enfrentar es cuando nos encontramos con personas que no quieren mejorar o cambiar la forma que tienen de hacer las cosas. Es algo común pero hay herramientas para afrontar este tipo de situaciones y lograr alcanzar nuestros objetivos.

Gestion de competencias, evolución del empleado y delegacion de responsabilidades Seguir leyendo

Nuestro tipo de liderazgo en función de la competencia

Continuando con nuestro tema sobre liderazgo y gestión de competencias, ahora que ya sabemos qué niveles de competencia existen y debemos tener en cuenta a la hora de gestionar a nuestro equipo, ya podemos comenzar a hablar sobre nuestro liderazgo.

¿Cómo debemos dirigirnos a cada miembro de nuestro equipo en función de su nivel de competencia? Un poco más arriba ya avisaba que no podemos aplicar el mismo liderazgo a una persona que acaba de incorporarse al equipo que a otra persona que lleva 20 años en la empresa. Pero qué tipo de liderazgo debemos aplicar.

Recordemos primero el gráfico que vimos en el artículo anterior para saber los niveles de competencia a los que nos podíamos enfrentar.

Gestion de competencias y conocimiento

Ahora veamos los tipos de liderazgo que debemos aplicar en cada fase. Seguir leyendo

La gestión de compentecias en tu equipo de trabajo

Cuando tienes un equipo a tu cargo recae sobre ti una importante responsabilidad: lograr que esas personas se desarrollen y crezcan profesionalmente, apoyándoles en lo que necesitan para hacer su trabajo.

Muchas veces confundimos el ser jefe con el decir a los demás lo que tienen que hacer. Pero las organizaciones que se basan en este sistema no llegan muy lejos, o su desarrollo se ve limitado. Hace poco escribía sobre la importancia de la cultura empresarial en el éxito de nuestra organización, pero ¿cómo influenciamos nosotros a dicha cultura?

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La respuesta es sencilla, teniendo un buen liderazgo con nuestro equipo y ayudando a que se desarrollen. Seguir leyendo

Para encontrar la aguja quema la paja

Todo el mundo conoce el dicho «esto es como encontrar una aguda en un pajar» y lo utilizamos para dar a entender que algo es muy complicado o difícil de llevar acabo. 

En realidad, nunca me he tenido que enfrentar a la tarea de buscar una aguja en un pajar, pero supongo que así, a priori, no debe de ser una tarea sencilla. Así que cuando escuché una respuesta por casualidad, me quedé pensando sobre las vueltas que le damos a las cosas.

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Hace unos días, estaba con unos amigos tomando unas cervezas y hablando de un poco de todo. Era una de esas conversaciones que se tienen con buenos amigos de las que luego no recuerdas nada, pues simplemente se trata de pasar un rato agradable y disfrutar de la compañía de los demás. Sucedió de repente. En medio de la conversación alguien dijo la típica frase «eso es como encontrar una aguja en un pajar» y al otro lado de la mesa escucho una respuesta que no me esperaba: «Pues quema la paja y encontrarás la aguja«. Seguir leyendo

La confrontación como elemento positivo en la empresa

Desde niños nos han enseñado que discutir no es bueno y que es mejor llevarse bien. Hay un dicho que dice “es mejor un mal acuerdo que un largo pleito” y en eso nos afanamos cuando trabamos con otras personas.

Pero es algo que no es correcto. Hace tiempo escribía sobre lo positivo de tener diferentes opiniones en un equipo de trabajo y generar debate en torno a las estrategias que se quieren desarrollar. Los equipos de trabajo que permiten discrepar y discutir sobre la idea original o la oficial tienen mayores probabilidades de tener éxito frente a los equipos que simplemente siguen a un líder con un pensamiento único.

Este punto de vista lo he aplicado, creo, desde que era pequeño. Aún recuerdo uno de mis primeros trabajos, cuando en una reunión con los máximos dirigentes de la empresa, el Director Financiero detiene la reunión y me dice “Jaime, di ya lo que estás pensando porque no paras quieto en la silla y me estás poniendo nervioso”. Podéis imaginaros que casi me da un infarto del susto. De repente toda la sala se gira hacia mí preguntándose quién sería ese mocoso que estaba asistiendo a la reunión. Hubo un conjunto de casualidades que me llevaron a participar, para dar apoyo en un tema muy específico que debía hablarse durante la reunión, pero mi función era básicamente quedarme callado todo el rato. Así que, de improvisto, pasé a ser el centro de atención de toda la junta directiva y los mandos más importantes de la compañía, que me miraban ansiosos para saber qué era tan importante como para parar la reunión. Seguir leyendo