El coste de oportunidad de las TIC

Estoy cansado de oír constantemente el coste que supone la piratería para la industria discográfica, distribuidoras de películas, videojuegos, etc., y que nadie hable de las pérdidas económicas (costes de oportunidad) que soportan dichas empresas por no adaptar sus modelos comerciales a las nuevas tecnologías.

En un artículo de hace unos pocos días se podía leer que la piratería ha costado a la industria 11.000 millones de euros. En primer lugar ¿cómo se calculan estas pérdidas? Si decido descargarme una canción es porque quiero poder escucharla cuando quiera sin esperar a que la pongan en la radio. Es algo que entendieron perfectamente en Spotify hace tiempo y te permiten crear tus propias listas para escucharlas cuando quieras, con algunos cortes publicitarios… mira, como la radio!!

Tampoco veo que se haga mucha referencia al modelo que lleva usando Apple desde hace tiempo con iTunes y que ha resultado del todo rentable, incluso para medios de comunicación que han visto una solución para gestionar las suscripciones a las publicaciones que realizaban.

Ahora bien, ¿por qué nadie pregunta a los directivos de estas empresas y patronales los motivos por los  que no están atendiendo una demanda de 11.000 millones de euros (según sus propias valoraciones)? Es como si la industria del automóvil no ofreciese reparar los coches de segunda mano porque ellos no lo han vendido. ¿Alguien se lo plantea?

En la actualidad disponemos en nuestro país de una buena conexión a Internet, sin entrar en el debate de lo que pagamos por ella, claro, en comparación con otros países de la OCDE. Esto nos permite acceder a contenidos digitales de calidad y con tiempos de descarga más que aceptables. Dos ejemplos: ya hay varias televisiones que ofrecen programas y capítulos en sus páginas web para poder ser vistos por sus usuarios de forma online; otro ejemplo es Megaupload que ofrece ver series y películas online mediante el formato de visualización directa, esto quiere decir, sin descargar el archivo.

Si una empresa privada, que no tiene (creo) los derechos de lo que ofrece (pongo el ejemplo de Megaupload por un lado, pero Spotify creo que sí pagaba por cada canción que se reproducía) puede obtener unos réditos comerciales ¿cómo no lo hacen las distribuidoras con sus propios contenidos? ¿Por qué no puedo conectarme con el servidor de alguna de las productoras de cine y poder ver online una de sus películas en HD (ya hay teles que pueden conectarse a la Red para hacerlo directamente). Los usuarios estarían dispuestos a pagar un precio aceptable por este servicio o soportar que se incluyese publicidad durante la visualización del contenido. Y habría que matizar lo de  aceptable… quiero decir, un precio adecuado al servicio que se presta… (volvemos al ejemplo de iTunes y los precios de sus canciones).

Creo que deberíamos dejar de atender a noticias donde se hable del coste de la piratería y comencemos a hablar de por qué el sector no está atendiendo una demanda potencial de 11.000 millones de euros.

La ley no funciona en Internet

Parece que finalmente las empresas se están dando cuenta que la ley no es la solución para mantener sus modelos de negocio activos en la Red.

Un reciente artículo publicado en El Mundo habla sobre las impresiones que han ido publicando empresas americanas en referencia a la «Digital Millennium Copyright Act«, vamos, algo parecido a su ley Sinde.

En resumidas cuentas, vienen a decir que no ha cumplido con las expectativas de las discográficas que esperaban con esta ley lograr proteger sus intereses en la Red. Lo achacan a la permisividad de las compañías que nos facilitan el acceso a Internet.

Sin embargo, parece no darse cuenta que es imposible controlar la Red y el intercambio de archivos que se produce en ella. No terminan de entender que se han estancado en un modelo de negocio basado en el casete, que vio en el CD como una forma de ganar más por hacer lo mismo. ¿Qué pasa, se arruinaron entonces cuando todos hacíamos nuestras propias cintas para el coche o la mini cadena?

El problema viene en que ya no aportan un valor diferencial (a excepción de para algunos usuarios que aprecian la calidad de un CD original, su carcasa, elementos extras, etc.) por el cual el usuario esté dispuesto a pagar un extra.

Apple parece que ha sabido adaptarse y sacar partido de la nueva forma que tienen los usuarios de entender la música. Las discográficas parece que no.

Espero que se fijen en lo que pasa en Estados Unidos para actualizarse y realmente cambiar la forma que tiene de plantear su negocio. No pueden seguir yendo contracorriente pretendiendo mantener un modelo que se desmorona por momentos.

La SGAE y sus recaudaciones

La noticia saltó como la pólvora hace dos días: la SGAE había cobrado los derechos de autor por un concierto benéfico, donde todo el mundo aportó su granito de arena sin cobrar un solo euro.

La noticia salió en el Mundo y, tras ver que toda la comunidad online saltaba al unísono se retractó y comunicó que devolvería el dinero en forma de donación.

Esta noticia ha sido de las más movidas en la red, estando entre las más destacadas en Meneame, haciéndose eco todas las televisiones de la noticia.

Esto demuestra la capacidad que está adquiriendo la Red para comunicar noticias y como pueden estas alcanzar a un gran número de personas en un espacio muy breve de tiempo. La globosfera ha abierto realmente las fronteras y ahora todo lo que hagamos puede ser visto, oído y, sobre todo, comentado en la Red.