Al parecer las editoriales se han lanzado al mundo digital mediante la presentación de Libranda.
La idea parece ser que simplemente es una plataforma que sirva de servidor para que otros (editoriales offline y online) puedan vender sus contenidos. Eso sí, integrando un control antipiratería para evitar que las copias se distribuyan libremente por la Red.
El intento de las editoriales no está mal encaminado, aunque se queda a un paso de ser realmente efectivo, pues deben ser las tiendas quienes gestionen la venta de los ejemplares online. Tampoco aseguran que puedan disponer de todas las ediciones disponibles en papel.
Justo cuando el mundo parece ir a lo inmediato, con terminales como el iPad donde Apple parece ponerlo cada vez más fácil el vender cualquier producto (véase un ebook), que las editoriales españolas sigan poniendo dudas al mercado digital parece ilógico. Sobre todo cuando este mercado se considera ya maduro en países como EE.UU.
Cuanto antes se lancen a la era digital mejor para los consumidores, pues podremos disponer de un producto de calidad y a precios asequibles (esto último lo veremos…), dejando atrás la tan temida piratería. Sólo hay que fijarse en los resultados de iTunes.