Todo el mundo quiere estar en Internet y las marcas de lujo no van a ser una excepción, el problema viene que el todo vale no sirve para ciertas empresas.
Las empresas de lujo ven como Internet ofrece un alto potencial de negocio y una nueva vía para comercializar sus productos, incluso para abrir nuevos mercados y llegar a un público que normalmente no entraría en sus tiendas a comprar. La Red ofrece a las marcas de lujo una forma de rejuvenecerse sin perder ese atisbo de exclusividad que implica cierto número de marcas.
Cómo entrar en la Red es otra historia. Aquí no todo vale y en cuestión del sector del lujo un error se puede pagar caro: puedes atraer a un determinado tipo de público demasiado alejado de tu cliente habitual y acabar perdiendo a ambos.
En el último análisis publicado por Multplica sobre el sector del lujo nos ofrece algunos datos al respecto. El sector del lujo sigue creciendo en España (que sorpresa…) pero ahora sus clientes son más propenso a ir a la Red para buscar información sobre lo que compran. Así que las marcas de lujo se enfrenta a un dilema de cómo seguir generando intención de compra (o más bien deseo) sin perder la exclusividad y el glamour que las acompaña.
Uno de los grandes retos es seguir controlando la imagen de su marca en la Red. A día de hoy, si no estás en la Red… estás aunque no quieras y normalmente es a peor. A las marcas no les queda otra opción que estar en la Red para dar una imagen oficial de su marca, producto o compañía. Aquí no vale esconderse y es mejor que el contenido que aparece en los buscadores puedas controlarlo tú.
Otro reto es lograr pasar de ser empresas predominantes en la publicidad tradicional al mundo online. Y no es fácil, ya que no es lo mismo planificar una campaña en TV donde el usuario no puede interactuar con tu marca que hacerlo en las redes sociales o en YouTube.
Un error que se suele cometer es no ser fiel a uno mismo cuando se decide entrar en el mundo online. Por mucho que le haya funcionado una estrategia a otra empresa, no quiere decir que te vaya a funcionar a ti. Lo mejor es ser fiel a la marca y al posicionamiento que se quiere dar. La Red y las redes sociales tienen sus propias normas, que sobre todo giran en torno a la interacción con los usuarios y generar conversación, pero no van en contra de que se mantenga la propia personalidad de la marca.
Un dato significativo: los principales compradores de marcas de lujo son las peronas mayores y, sorpresa, los jóvenes. Si los jóvenes hoy en día se mueven en el mundo digital y, además, serán los compradores de mañana, no hay otro camino que estar en el mundo digital. Además, un tercio de los compradores considera imprescindible contar con un personal cualificado que les atienda, el coste que supone tener este personal en todas las tiendas de una marca es infinitamente superior a lo que supone tener un buen community manager capaz de gestionar los perfiles de la marca en las redes sociales.
Según el estudio, para poder posicionar adecuadamente una marca de lujo en la red debemos tener en cuenta:
- Generar una experiencia de compra exquisita que comunique la personalidad propia de la marca
- Lograr un equilibrio entre posicionamiento y la experiencia de compra
- Crear perfiles bien definidos y productos concretos para ellos
- Permitir vivir la experiencia de lo que se va a comprar
- Usar «prescriptores de marca» que hablen bien de nosotros
- Trabajar sobre la premisa del usuario «házmelo fácil, no quiero pensar»
- Ofrecer una información del producto clara y detallada
- Dar siempre la impresión de exclusivo y premium
- Tratar siempre un poquito mejor a los clientes VIP (los que se han registrado)
- Dejar que sea el usuario el que decida cómo interactuar con nosotros
- Atender al cliente donde y cuando quiera (y cómo quiera)
- Abriendo un espacio para hablen de nosotros (siempre controlado)
- Si vamos a las redes sociales, que sea de verdad y haya alguien detrás del perfil
Luego cada cual que aplique lo que más le convenga a su estrategia, esto son solo algunos puntos básicos que pueden usarse como partida.
Un comentario en “Las marcas de lujo quieren entrar en Internet”