Llevaba unos días pensando que tenía que escribir sobre esto… ahora por fin me he puesto manos a la obra. De vez en cuando la tecnología deja de ser nuestra amiga y abre puertas que nunca quisimos abrir o que nos negábamos a aceptar que estaban ahí.
Para que nadie se asuste y piense que estamos hablando de la revolución de las máquinas… simplemente hago referencia a un lanzamiento que tuvo lugar en EE.UU. con un reproductor capaz de borrar los anuncios automáticamente, creado por la compañía DISH Network, localizada en Colorado (USA). Lógicamente, debemos haber grabado antes el programa que queremos ver, que los chicos son buenos pero tampoco hace milagros.
Desde luego que esta gente no ha inventado la rueda… todos somos muy conscientes que si has grabado tu programa favorito no vas a verte los anuncios… simplemente avanzas la grabación hasta que acaba la publicidad y sigues viendo el capítulo de tu serie favorita. El problema surge cuando este aparato lo hace automáticamente por ti, sin que tú tengas que hacer nada.
En realidad este no es un problema que no estemos ya analizando sobre los contenidos online. Cambia el modelo de negocio que hasta ahora se tenía por otro con el que todavía las cadenas de televisión no se encuentran del todo cómodas. Los anuncios, siendo sinceros, ya no se ven… la caída de publicidad en televisión es patente frente a la subida de inversión en medios como Internet… pero ahí están y muchos se resisten al cambio. Sin embargo, creo que en este caso, la tecnología ha llegado tal vez demasiado lejos… si una cadena te ofrece un contenido con publicidad, que una maquinita lo quite por ti es trampa. Hay ciertas líneas rojas que no debemos cruzar, por el bien de todos, y también permitir a la industria cinematográfica adaptarse a los nuevos tiempos a su ritmo. Ya están recibiendo muchos palos en la Red como ahora también verse atacados en su medio natural, las televisiones.