Gestión del cambio en las empresas

Hace tiempo tuve el placer de asistir a una conferencia impartida por Ricardo Vargas sobre el momento del cambio dentro de las organizaciones y me pareció un tema muy interesante, especialmente al darme cuenta que muchas empresas lo están haciendo mal.

Muchos expertos dicen que las empresas son como personas: nacen, crecen, se desarrollan y, finalmente, mueren. Pero hay formas de retrasar ese fatídico día donde nuestra empresa desaparezca, bien porque hemos agotado nuestro modelo de negocio, bien porque hemos sido absorbidos por otra empresa mayor o por cualquier otro motivo.

Cuando analizamos una empresa lo más normal es que nos basemos en la evolución de su cuenta de resultados. Ella nos dirá cómo se comportó la empresa, desde su nacimiento, hasta sus primeras crisis y cómo evolucionó a lo largo de su vida. En opinión de Ricardo Vargas, para entender realmente lo que pasa en las empresas, también deberíamos incluir en nuestro análisis la atmósfera de trabajo.

Gestion del cambio en la empresa 01

Estas dos curvas suelen comportarse de la misma manera. Es algo fácil de entender. Cuando la empresa va bien, el ambiente de trabajo o la atmósfera (el mood como dirían en inglés) también es positivo. Pero cuando los resultados no acompañan lo más normal es que nuestro ambiente de trabajo también se encuentre cargado, pesado, lastrado por la presión de los resultados.

Todos los que tenemos ya unos años trabajando hemos pasado por empresas o puestos de trabajo donde las cosas no iban del todo bien, o directamente iban mal. Sabéis de lo que estoy hablando. Al final los resultados pesan y generan ambientes que no son lo más deseado.

Para quienes se hayan fijado en las gráficas, habréis apreciado que las curvas no son exactamente iguales, si no que una está un poco más adelantada a la otra. Y es que la atmósfera de trabajo normalmente predice las crisis va a sufrir la compañía. Desde luego no es un tema de años, tal vez ni si quiera de meses, pero sí se puede sentir entre los trabajadores de la empresa cuando las cosas comienzan a no ir tan bien como antes.

Gestion del cambio en la empresa 02

Cuando dividimos la gráfica en diferentes fases, tendremos una primera parte donde inicia la compañía, normalmente seguida de una fase de expansión (esperemos, que para eso hemos arriesgado todo para crear nuestra empresa), que precede a un estancamiento, lo que termina generando una crisis que, de continuar, nos llevaría a la quiebra y al cierre de la empresa.

El inicio y la fase de expansión

El comienzo de una empresa tal vez sea la parte más bonita de todas. Es cuando ponemos toda nuestra emoción, pasión y fuerza para hacer que las cosas funcionen. Una vez hemos pasado la fase inicial, los tiempos difíciles donde hay que lanzar el proyecto, si hemos tenido una buena idea claro, pasaremos a una fase de expansión, de crecimiento. Es cuando nuestra empresa se desarrollará, comenzaremos a contratar personal y a ampliar los servicios que prestamos.

Normalmente en esta fase no solemos preocuparnos mucho. Es cuando todo va bien, los clientes compran nuestro producto o contratan los servicios que prestamos y llegamos a nuestros objetivos año tras año. Pero esto no es para siempre y tarde o temprano llega el estancamiento.

Cuando dejamos de crecer

En esta fase aun podemos lograr buenos resultados, pero nos cuesta cada vez más alcanzar los nuevos objetivos que se fijan cada año, cada mes o cada semana; nos cuesta más que antes crecer e incrementar nuestro volumen de negocio.

Gestion_de_Crisis_Financiera2.jpg

Pero también cambia nuestra actitud, o la del equipo. La atmósfera ya no es triunfalista como antes, la gente está contenta, pero comienza a preocuparse por lograr el objetivo, por alcanzar la meta. Comenzamos a ver indicadores que muestran como las cosas no están saliendo como se esperaba y vemos como comienza a surgir las primeras desmotivaciones y surge la rutina dentro de los equipos.

La crisis y el cierre

Lógicamente, si no hiciéramos nada, tarde o temprano entraríamos en crisis y, finalmente, cerraríamos las puertas de nuestro negocio.

Practice_CrisisCommsIssuesMgmt.jpg

Es algo que no nos gustaría vivir y que preferimos evitar, pero en ocasiones no sabemos como o no somos conscientes hasta que ya es tarde que necesitábamos hacer algún cambio.

¿Cuándo debemos cambiar?

Ahora bien, ¿cuándo es necesario cambiar? Aquí está la pregunta clave. Si queremos evitar la crisis, debemos anticiparnos a ella y cambiar antes de que afecte a nuestra cuenta de resultados.

La mayoría de las empresas cambian cuando ven que sus resultados comienzan a caer ya que, normalmente, cuando las cosas van bien no nos preocupamos de arreglar los pequeños problemas que vamos encontrando. Total, los resultados salen y así hemos funcionado siempre.

El problema es cuando añadimos a nuestro análisis la curva de atmósfera de trabajo. Esa curva que habíamos dicho que precedía en el tiempo el comportamiento de nuestra curva de resultados. En la mayoría de los casos, cuando queremos cambiar, la gente ya está cansada, quemada, desmotivada y ya no vienen con la mejor disposición para sacar las cosas adelante. Es cuando nos vemos obligados a enfrentarnos a la temida resistencia al cambio. Cuando queremos cambiar en esta fase, donde las cosas ya vemos que van mal, nos es más difícil porque primero debemos volver a motivar a nuestros equipos, volver a enamorarlos con el proyecto. Y esto no suele ser fácil.

Sin embargo, hay empresas que esperan aun más para llevar a cabo los cambios necesarios. Quieren estar seguros de que las cosas están realmente mal antes de hacer cualquier movimiento que pueda cambiar las cosas «como siempre se han hecho», pero en esta situación ya requerimos de cambios drásticos. Es cuando nombramos a un nuevo director general para que lleve acabo la tan temida reestructuración, necesaria para salvar la compañía. Es cuando despedimos a la gente por motivos que nada tienen que ver con su productividad o su valía. Lo que importa aquí es salvar la empresa y recortar gastos por donde se pueda.

La verdad ¿queremos eso para nuestra empresa? Sinceramente espero que no. Entonces, vuelvo a hacer la pregunta ¿cuándo debemos cambiar?

Gestion del cambio en la empresa 03

El momento ideal para llevar acabo los cambios necesarios es justo cuando comenzamos a prever una crisis, pero cuando todavía las cosas nos están yendo bien. Por lo general deberíamos de tener en nuestra mano algunos indicadores que nos ayuden a medir la temperatura de nuestra empresa. Hace tiempo escribía sobre la importancia de los KPI’s y ahora es cuando demuestran su valía.

Incluso cuando las cosas van están bien, podemos ver que no todo es perfecto. Hay detalles que mejorar y es bueno disponer de indicadores que nos avisen sobre dónde estamos fallando. Es justo en ese momento en el que la atmósfera de trabajo comienza a decaer, pero todavía está arriba.

Y es que muchas veces no queremos ver venir las crisis que nos acechan. Los números están ahí, si hemos hecho nuestro trabajo creando buenos indicadores, simplemente tenemos que analizarlos y tomar las decisiones adecuadas. Debemos ser capaces de apreciar los cambios que se viven en la compañía y que nos ayudan a predecir que las cosas se van a poner mal. Nuestro objetivo debe ser lograr un sistema de mínimos cambios constantes que nos permitan mejorar, sin tener que llegar a implementar cambios drásticos que afecten a nuestros resultados. La mejor opción es ir introduciendo pequeños cambios que vayan corrigiendo los fallos que vamos detectando y que nos ayuden a mantener una buena atmósfera de trabajo.

 

 

3 comentarios en “Gestión del cambio en las empresas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.