Recientemente Google a presentado una nueva aplicación que, utilizando AI (abreviatura de Artificial Intelligence o Inteligencia Artificial en español), es capaz de hacer una llamada por tí para reservar en un restaurante o en una peluquería.
Hasta ver el vídeo era bastante escéptico de la noticia. Me habían comentado algo al respecto y sabía que el futuro iba encaminado en esa dirección (Siri ya puede mantener una conversación más o menos razonable), pero no pensaba que el tema estaba tan avanzado como para tener una aplicación capaz de reaccionar a respuestas no tan previsibles y adaptarse para conseguir la información que necesita.
Google’s AI Assistant Can Now Make Real Phone Calls
La primera llamada parece sencilla, a una peluquería, donde le atiende una mujer y la conversación sigue un patrón más o menos sencillo. Hasta ahí parecía como algo nada fuera de lo normal, algo esperable viniendo de Google y presentándolo en un gran evento. La sorpresa viene en la segunda llamada, a un restaurante asiático, donde le atiende una persona que apenas habla el idioma y la conversación se transforma en una de esas que tanta risa nos ha dado a muchos, donde no sabes al final si reservaste, si no lo hiciste o si te van a traer la comida a casa.

Source: Gerd Leonhard/Flickr Creative Commons
Y es cierto que la inteligencia artificial está aquí para quedarse. Los pasos que están danto últimamente son sorprendentes. Y eso, en parte, da miedo. ¿Hasta qué punto podemos llegar a estar controlados por la tecnología?
La tecnología que usamos a día de hoy nos ayuda y mucho. Permite que hagamos varias cosas a la vez, nos conecta con el mundo y nos permite acceder a productos y servicios en cualquier parte. Pero también comparte mucha información sobre nosotros, sobre lo que hacemos, dónde estamos, con quién hablamos, etc.
El uso de la tecnología puede tener consecuencias en nuestra vida real.
Casos como el de Cambridge Analyta nos muestra el uso (malo) que se puede hacer con esa información. También se puede hacer un buen uso de la misma, y por eso seguimos usando plataformas como Facebook, pues normalmente nos dan lo que necesitamos, o al menos lo que creemos necesitar.
Debemos usar la tecnología con moderación. Hay que saber las consecuencias que tiene utilizarla y, más hoy en día, los problemas que puede tener estar 100% controlados. En muchos aspectos genera grandes beneficios, como que Google automáticamente guarde en tu calendario los datos de tu vuelo cuando te llegan por mail y te invite a reservar una noche de hotel cuando detecta que tienes que hacer escala en una ciudad. Pero debemos saber los límites que queremos poner y cada vez es más importante tener una formación en gestionar nuestra privacidad en Internet.
Un comentario en “El futuro de la AI ya está aquí”